¡Servicios de salvamento y socorrismo operativos en nuestras costas desde el inicio de Semana Santa hasta finales de octubre!
Y es que, al menos a mi juicio, me parece desorbitado que, a fecha de hoy, se hayan registrado en Andalucía más de 10 muertes por ahogamiento en nuestras playas. Sabemos que una gran mayoría de nuestros representantes políticos, no se esfuercen, da igual el color o siglas del partido que provengan, se les llena la boca cuando hablan de turismo como principal motor económico en nuestra comunidad. Grandes ferias y eventos avalan nuestra proyección nacional e internacional como marca de sol y playa. Cientos de cabezas en las administraciones públicas pensando en cómo ampliar la temporada de verano en sus municipios costeros, reflexionando con vehemencia aspectos tales como “¿qué hacer para que la temporada de verano empiece en mayo?” o “¿cómo alargarla hasta finales de octubre?”, etc.; pero, se olvidan de lo más básico, asegurar nuestras playas para evitar o reducir, a la mínima expresión posible, las muertes por ahogamiento. Es una locura que, con el prácticamente lleno que tenían este fin de semana las playas de Cádiz unido a la predicción marítima de fuerte marejada que teníamos anunciada, gran parte de los ayuntamientos no se hubieran, ni si quiera planteado, poner cobertura de salvamento y socorrismo en las playas. Y no es una cuestión aislada de Vejer, Conil o Barbate, es una situación generalizada de la mayoría de los municipios costeros andaluces.
Y hago esta reflexión después del miedo que viví este pasado domingo intentando socorrer a un joven que se estaba ahogando en la playa de Roche. Inicialmente para mí era un magnífico Domingo, pues tengo la suerte actualmente de no trabajar los domingos, y habíamos planeado pasar todo el día de playa en familia. Nada más despertar por la mañana comencé a bromear con mi mujer de que por fin yo iba a tener un domingo de playa divertido, soy surfista, y a pesar de que el mar en Cádiz suele estar tranquilo a partir de finales de mayo, todas las predicciones marítimas venían anunciando, con más de una semana de antelación, fuerte viento de levante con mar de fondo de al menos un metro. Además, sabía que el mar había comenzado a entrar con cierta fuerza el sábado por la mañana. Desayunando leí la noticia del ahogamiento en El Palmar de un señor de 89 años, lo cual me extrañó, pues el servicio de salvamento y socorrismo que normalmente tienen en estas playas es muy bueno. De hecho, recuerdo que el año pasado entró una fuerte marejada a principios de septiembre y que las lanchas de salvamento estaban continuamente recogiendo y sacando a gente del agua, vamos, que recuerdo un trabajo fenomenal y coordinado de los servicios de protección de playas. Así, con menos ganas de risas y un poco preocupado, le comenté a mi mujer que fuésemos a la playa de Roche, playa muy concurrida por bañistas y spot gaditano conocido por todos los surfistas cuando el mar está con olas, y que tuviésemos especial cuidado con las niñas, pues parecía que no había todavía servicio de salvamento y socorrismo, al menos en las playas de Vejer y Conil.
A partir de aquí, ya os podéis imaginar la historia, un chico ahogándose, mala mar, tu mujer y tus niñas llorando y más de 40 minutos peleando con el mar para poder sacar al chaval del agua con vida. Pero tenemos que hacer algo para que los profesionales de salvamento y socorrismo en playas o aguas abiertas, que por cierto son muchos los que están preparados y con la titulación adecuada, comiencen su temporada de trabajo mucho antes. Es inexplicable que los servicios de salvamento y socorrismo inicien su actividad el día 15 de junio. Tenemos la obligación de luchar y reclamar para que estos servicios amplíen su cobertura por un periodo de tiempo mucho más largo. A mi juicio, deberíamos tener operativos los servicios de playas de salvamento y socorrismo desde una semana antes del inicio de semana santa hasta finales del mes de octubre como mínimo. Tenemos un tiempo que lo permite, la intención política es de ampliar la temporada de sol y playa lo máximo que el tiempo lo permita, acompáñenla entonces por favor de cobertura de salvamento y socorrismo para reducir el número de muertes por ahogamiento en nuestras playas. No nos callemos, o seguiremos leyendo y/o presenciando historias terroríficas de muertes por ahogamientos como las que ocurrieron este pasado fin de semana en las playas de Yerbabuena y El Palmar. Así que el primer paso, estimados políticos de los diferentes municipios costeros, parece que está bastante claro, ampliar la temporada de trabajo de los profesionales de salvamento y socorrismo en nuestras playas. El segundo, parece también ser evidente, invertir para mejorar y optimizar el material de salvamento del que disponen actualmente estos profesionales que se juegan la vida por nosotros en nuestras playas. A partir de aquí, toda acción educativa dirigida, tanto a jóvenes como a mayores, encaminada a la sensibilización y conocimiento de nuestras costas sería magníficamente bienvenida. No lo tienen tan difícil, por favor actúen, el camino es claro y simple.
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