Y es que gran parte de las empresas del mundo están cambiando radicalmente la forma en la que seleccionan y reclutan a sus empleados. Actualmente el peso de las titulaciones académicas pierden peso dentro del currículum de un aspirante a encontrar trabajo en favor del “qué sabes hacer y qué logros has conseguido en la vida”. En palabras textuales de Allen Blue, cofundador de LinkedIn, plataforma profesional online con más de 450 millones de usuarios, “Ha habido un giro de 180 grados en los elementos que influyen a los reclutadores a la hora de contratar a alguien. Ya no se basan tanto en el título como en las habilidades y los logros profesionales. Si creen que el candidato está lo suficientemente preparado, no importa el título que aparezca en su perfil”. Esta nueva tendencia en la forma de valorar el currículum de los aspirantes a un puesto de trabajo ya la anunció Laszlo Bock, vicepresidente ejecutivo de Recursos Humanos de Google, allá por el año 2013, cuando afirmó en una entrevista realizada al New York Times que una de las principales cuestiones que habían aprendido y cambiado en el proceso de selección de Google es que “el expediente académico y la puntuación de los candidatos en los test son inútiles como criterio de contratación. Hemos llegado a la conclusión de que no predicen nada”. De hecho, el número de empleados de Google sin titulación universitaria no para de crecer en estos últimos años. Ya es muy significativo el número de empresas y consultoras que se están uniendo progresivamente a esta tendencia de valoración y selección de personal motivada, a mi juicio, por un elemento clave, la fuerte desconexión entre lo que se enseña actualmente en una gran parte de la Formación Reglada (Bachilleratos, Formaciones Profesionales, especialmente Universidades) con las habilidades y competencias profesionales que el mercado de trabajo demanda en cada momento. Y es que el mercado laboral y sus empresas se están adaptando mucho más rápidamente que las Instituciones Educativas a la inaudita VELOCIDAD con la que estamos generando nuevo conocimiento, y por tanto, nuevas innovaciones y técnicas, las cuales provocan fuertes disrupciones en el mercado, que terminan por abrasar todo aquello que era antiguo, tal y como lo describía Schumpter, creando sobre sus cenizas una nueva forma de hacer las cosas. Esto es lo que está provocando que las empresas empiecen a dudar de las Titulaciones Académicas como herramienta predictiva del futuro comportamiento del aspirante en un entorno real de trabajado. Argumentan que la mayoría de los Títulos Académicos se obtienen en una especie de burbujas artificiales en las que tanto el entorno como las competencias profesionales que se enseñan nada tienen que ver con el verdadero ecosistema y competencias profesionales que el mercado de trabajo, en continua evolución y transformación, demanda en cada momento.
Por otro lado, la VELOCIDAD con la que se están produciendo actualmente los cambios también está provocando que los reclutadores empiecen a valorar firmemente habilidades que en el pasado se percibían como blandas, tales como creatividad, resolución de problemas, flexibilidad, adaptabilidad o capacidad de trabajar en equipo. Alain Dehaze, actual Consejero Delegado de Adecco, una de las mayores empresas de selección de personal del mundo, en una entrevista celebrada en el foro Davos en este año 2017 expresó textualmente: “Las habilidades duras son fundamentales, pero incluso más importante es que los estudiantes aprendan a aprender y se centren en habilidades blandas cruciales como la flexibilidad y la capacidad de adaptarse al cambio…La comunicación, la creatividad, la colaboración y el pensamiento crítico son las habilidades más importantes en el siglo XXI”. Con todo, no es de extrañar que ahora la mayoría de los reclutadores, obviando un poco las titulaciones académicas de los postulados, estén empezando a orientar sus entrevistas de trabajo y pruebas de selección de personal de forma práctica y fuera de los despachos, orientadas especialmente a conocer lo que realmente sabes hacer “hoy” e intentar descubrir cual será tu comportamiento y actitud ante determinadas situaciones futuras. Empecemos a olvidar las antiguas pruebas de selección de personal en las que presentabas tu currículum académico y realizabas una entrevista personal sentado en un despacho, eso empieza a ser el pasado.
Reflexiones sobre estudiar un Título Académico de formación reglada
Antes de terminar mi entrada quiero hacer una puntualización acompañada de una breve reflexión. Tenemos que tener cuidado con sacar conclusiones apresuradas del tipo “para qué estudiar un Título Académico de formación reglada si no me va a servir de nada”. Todas las reflexiones en esa línea son un grave error en el que no podemos incurrir por dos cuestiones fundamentales: La primera es que Europa en general y España de forma especial tienen un mercado laboral con una fuerte regulación profesional, por lo que para poder ocupar un gran número de profesiones te obligarán a obtener previamente una determinada Titulación Académica de formación reglada. La segunda y para mí la más importante y que es el objetivo de mi entrada, no es que te alejes de la formación reglada, sino llamar la atención sobre el nuevo rumbo que está tomando el reclutamiento de personas para el mercado laboral, enfatizando el hecho de que ¡Ya el título no será suficiente!, a veces ni siquiera necesario a la hora de competir por un puesto de trabajo cuando te presentes a un proceso de selección. Ahora tienes la obligación no sólo de estudiar y decidir que Titulación Académica quieres estudiar, sino de analizar y seleccionar en que Institución Educativa crees que vas a aprender más competencias profesionales adaptadas a las verdaderas necesidades de un mercado de trabajo que está en continuo proceso de transformación. A modo de resumen, las Titulaciones Académicas pierden fuerza a la hora de elaborar un currículum competitivo para la búsqueda activa de trabajo, en favor del qué sabes hacer y la ponderación de competencias profesionales más relacionadas con habilidades emocionales y actitudes de aprendizaje continuo.Por tanto queridos amigos, aviso a navegantes, tenemos que ser conscientes de que aunque todos tengamos un título académico que pone lo mismo, por ejemplo, el de Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, no en todas las Universidades aprenderemos las mismas competencias y habilidades profesionales. O más importante todavía, es posible que muchas de las competencias profesionales y habilidades que demanda actualmente el mercado de trabajo en nuestro sector tengamos que buscarlas fuera de la formación reglada, ya que esta última evoluciona de forma mucho más lenta que el mercado de trabajo. Así que preocúpense en analizar qué habilidades deben aprender en cada momento y con quién quieren emprender el camino del aprendizaje. ¡Suerte!
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