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SALUD FÍSICA… Y ECONÓMICA

OCUPARNOS DE LA SALUD FÍSICA A TRAVÉS DEL EJERCICIO ES NUESTRA MISIÓN, LA SALUD ECONÓMICA ES UNA OBLIGACIÓN.

Cuando a los profesionales del deporte nos hablan de salud y ejercicio nos sentimos protagonistas, actores principales y guionistas con el deber de innovar y desarrollar esta área. En cambio, cuando se inician conversaciones de salud económica, automáticamente pensamos que no nos corresponde. Entiendo que relacionamos el análisis y estudio de los comportamientos económicos con los economistas, de igual forma que, el análisis y diagnóstico de las resistencias de los materiales los relacionamos con los ingenieros.

No obstante, al menos a mi parecer, la lógica de la correlación anterior nos lleva a cometer un grave error pues, mientras que nosotros en nuestra vida cotidiana, en el discurrir de nuestro día a día, es muy probable que nunca tengamos que enfrentarnos a un problema de resistencias de los materiales, continuamente nos estamos enfrentando a problemas económicos que, en muchas ocasiones, además son fundamentales y determinantes para ser felices y tener una vida equilibrada.

Cualquier persona continuamente está tomando pequeñas decisiones económicas en su vida cotidiana, como la elección de qué productos comprar en el supermercado, dónde desayunar; en definitiva, resolviendo situaciones relacionadas con hacer lo máximo posible con el limitado dinero del que disponemos. La situación se torna mucho más compleja cuando nos damos cuenta de que a la largo de nuestra vida, en numerosas ocasiones, nos enfrentamos a decisiones económicas que afectarán significativamente a nuestra felicidad y forma de vida a largo plazo, como pedir una hipoteca, alquilar o comprar una casa, solicitar un préstamo personal o colocar nuestro dinero en un plan de pensiones.

Por tanto, la economía es algo inherente a nuestra vida cotidiana que afecta significativamente a nuestra forma de vida.  No podemos entenderla como un área de conocimiento exclusiva de los economistas, destinada a la utilización de los gobiernos o las empresas. Tenemos la obligación de buscar formación económica, preferiblemente en el campo de la educación financiera, de la misma forma y con la misma intensidad que lo hacemos con el inglés o la informática.

No me malinterpreten, no digo que seamos todos financieros y economistas, pues el área es bien compleja y existen muchos profesionales dedicando su vida exclusivamente a ello. Lo que pretendo es sensibilizar a mis queridos blogueros de que, sólo a través de la formación económica, podremos asegurar la salud económica de nuestra vida individual, familiar o de la organización que estemos gestionando evitando comportamientos que ‘hipotequen’ nuestra vida y nuestra felicidad.

Tal y como siempre me refiere un buen amigo mío, “conocemos actualmente distintas formas de intercambio y trabajo para conseguir monedas en forma de dinero, pero todavía no he conocido a nadie que me cuente una forma de conseguir más monedas de tiempo”.

Gestionen su tiempo para conseguir salud física y económica.

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